Las cuatro de la mañana, y no he dormido nada, y no entiendo por qué, después de días como los de hoy lo que haces es pillar la cama a las 6 de la tarde pensando que mejor no haberse levantado. Pero claro, yo no puedo permitirme eso, ya no.
Hoy he visitado por primera vez lo que llaman el búnker, una enorme salas, de largas mesas (unas con enchufes y otras no, no entiendo el motivo, en fin...) para que universitarios se pongan hasta las cejas de Monster y Red Bull para poder empujar dentro de sus ya oprimidos cerebritos un poco más de información para lograr pasar los próximos exámenes con éxito, la experiencia ha sido.... gratificante, me encerré en mi mismo, cogí mis apuntes de psicología y el conocimiento entraba como algo parecido a una descarga, como un impulso eléctrico. Y así, he conseguido madurar un poquito más.
Aunque se podría decir que más que madurar y hacerme un hombre por mi mismo, me están forzando a ello, y debo hacerlo por la cobardía de algunos adultos, esta es mi vida ahora, niños que se comportan como adultos y adultos que se comportan como niños. Parece que fue ayer cuando mi mayor preocupación era la nota que podía sacar en un examen o las pequeñas disputas con los colegas, ahora me han cargado con mi propia vida, casi de sopetón, sin razón, sin ton ni son. Me han soltado en el mundo, prácticamente solo, y aquí estoy luchando con uñas y dientes para que no se me zampe de un bocado y escupa mis huesos cuales pepitas de una sandía.
Esto va por las personas que hacen que mi día sea un poquito más gris: You make me wanna die.
Espero que vuestras vidas no lleguen a tal extremo y, sinceramente, os envidio muchísimo.
Algo negativo: Madurez forzada,
Algo positivo: Me siento satisfecho con mi comportamiento y mi persona, además, mañana me han dado el día libre en el trabajo por sorpresa.
You know you love me.
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