Todos tenemos un elemento favorito, o al menos los frikis que creemos en estas cosas, que cada persona tiene una energía, algo dentro de cada uno de nosotros. En mi caso me siento atraído por el agua, da la vida, puede quitarla, sentirla es sentir felicidad. Hundirme en ella es antigravedad pura, sentir que mis problemas acabarán muy al fondo, sin molestar ese momento perfecto.
Hoy, en mi primer día de playa, conseguí fusionarme en el océano, lo necesitaba, sientes que flotas en una nube, no hay problemas en ese momento, el agua me acuna, me cura por dentro, me anima, me dice que todo se puede arreglar, que siempre podré nadar, soy feliz en el agua ¿y vosotros? Porque si por mi fuera, viviría sereno siendo sireno en el fondo del mar, en mi opinión la sirenita era realmente tonta.
Y recordad: Bajo el agua, no hay lágrimas.
Algo negativo: Volver a una cierta rutina y pensar que hasta el 6 de julio queda un rato, desanima y bastante.
Algo positivo: El reencuentro con el agua, por supuesto.
You know you love me.
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