Me encantaría poder decir que todo va bien, pero no es así, más bien todo apesta. La universidad apesta. Mi vida familiar apesta. Mi economía apesta. Mi suerte apesta. Mis hábitos apestan. La gente apesta. Lo único que no es irritantemente odioso son mis amigos, puede ser porque siempre que estoy con ellos estoy riendo o pasándolo bien, pero ellos han conseguido romper la maldición del 27.
"Maldición del 27" Dícese de aquel maleficio que al parecer tengo marcado a fuego en mi alma desde hace algún tiempo, en dos ocasiones he empezado una relación un 27 de enero, en ambas me entregué y en ambas me abandonaron, rompiéndome en la primera y arrugándome en la segunda. También da la casualidad de que nací hace ya 20 primaveras en el mes Abril, 27 y desde el momento en que cumplí 14 años dicho día solía ser el más horrible de todos, malas noticias, desprecios, peleas, soledad y una relación en la que estaba absorbido... Hasta este año, en el que a pesar de estar solo contra el mundo, me he sentido acompañado, querido y recordado.
Todo esto ha provocado que la primavera me traiga una alergia, al amor concretamente, harto de que me pisoteen, de que me lo pidan todo, darlo todo y que ese todo se vaya por el retrete, no soy persona de escribir cosas bonitas pensándolas, soy de escribir cosas tétricas si estoy triste y/o enfadado y las mayores cursilerías si estoy enamorado. Y ahora.... bueno, ahora me quedo atrapado entre dos canciones, soy incapaz de querer en mi vida a nadie y me está empezando a aburrir el sexo sin más. Dudo entre si estoy perdiendo mi humanidad, si estoy madurando o si me he vuelto un paria.
Sentimientos sin personas, ese es nuestro problema. XOXO
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