jueves, 16 de mayo de 2013

¿Cómo se sienten los candados rotos?

¿Cómo se sienten los candados rotos? ¿Se sentirán inútiles? ¿Se sentirá igual que un juguete destrozado por un niño pequeño? Es difícil imaginarlo, aunque yo me siento un poco como el candado, me siento un poco roto, un poco olvidado, un poco oxidado y es triste pensar así, pero después del sueño de esta noche me he levantado con los hombros en la planta de los pies, mi cerebro, sin ninguna maldad (o eso espero) me ha intentado proporcionar aquello que añoro, un peso en las rodillas, un roce en los labios o una simple caricia, me intentó devolver un nosotros que nunca más existirá.

Y si a todo eso le sumamos que se acerca un fin de semana de trabajo sin descanso en el que no veo ni un momento de recreación mis esperanzas de llegar al domingo sin intensear fuerte van dismuyendo, espero que la fuerza me acompañe, en especial esta noche para cambiar la (PUTA) cartelera, que por lo que veo, cuando más digo que no me gusta, más me la adjudican.

Estoy tan cansado de todo, de mi y de todos que en breves empezaré a escupir en la cara a toda aquella persona que intente perturbar mi equilibrio.


Daría lo que fuera porque el mundo dejara de ser tan...tocapelotas molesto conmigo. XOXO.

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