Silencio, azul, infinito y finito a la vez el fondo del mar es así, dura lo mismo que una bocanada de aire, una bocanada de paz de ver todo alrededor y sentir que el mundo se para, el Sol se detiene a acariciarte, sólo un momento porque empiezas a notar que algo falla, tú no eres de ese mundo, el tuyo te reclama, malditos pulmones. Asciendes al cielo de este mundo tan tranquilo que se funde con el suelo del propio, y todo vuelve.
Vuelve el niño que salpica, su abuela gritándole que no se meta mu paentro, a ese parejita que folla en el agua creyendo que la sal es anticonceptiva, los musculitos de gimnasio que se han trasladado a las orillas buscando carnaza, los otros musculitos que se ponen a hacer piruetas para que los miren y yo, que salgo del agua y voy hacia mi sombrilla y caigo en la toalla, de pronto vuelve a callarse todo alrededor, me abstraigo mirando ese grano de arena sobre la pequeña duna que se forma junto a mi cabeza, grano sobre grano, todos empiezan a brillar, ves miles de granos distintos, de distintos tipos y colores, granos que probablemente tengan un universo oculto en sus entrañas y.... y.... y mi amiga me pega un berrido para que le pase el móvil que te deshipnotiza y ves volar sombrillas a tu alrededor por culpa del levante y pensar si esquivarlas para no acabar empalado.
You know you love me.
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