Al parecer maduras más rápido que las calabazas.

This is Halloween, everybody make a scene...

 .....y bueno, yo creo que me paso la vida haciéndolo, llevo tres meses de vida frenéticos, gente que entra, te remueve y bueno, digamos que del portazo que dan todavía te dan escalofríos, que realmente no entiendo, no siento nada, me da igual, la rabia que siento viene dada porque no estoy acostumbrado a que la gente quede indiferente en lo que a mi se refiere, sea bueno o malo, eso es lo de menos. Esto me lleva a algunos arranques en los que me llego a sentir como una auténtica arpía, pensando y maquinando cómo poder destrozar a alguien y eso tampoco me gusta, joder, has estado en mi vida, no quiero hacerte daño, pero es que simplemente eres imbécil. Me pregunto cuántos cadáveres emocionales te quedan por dejar y aunque es probable que no soluciones nunca tu problema, ni la felicidad es eterna ni tú realmente eres feliz, eres una mortaja reanimada o en otras palabras, un puto zombi sin cerebro buscando cómo sentir.

Aporreando la puerta de la mala suerte

Hoy me he levantado con el pie izquierdo, me he puesto la camiseta del revés, le he echado sal al café y he cogido la bicicleta número trece, si pudiera coger a la pequeña Anubis, la gata negra, la espachurraría en mis brazos, he derramado la sal que le puse a las tostadas y todo esto lo he hecho a posta, porque si el universo confabula en mi contra le quiero demostrar que yo puedo más, que más mala suerte no puedo tener, y que ya no me importa pasarlo mal cuando estoy tan acostumbrado, que puedo con lo que me echen, que me da igual dejarme la piel en el camino, que yo soy más fuerte que él y que, en fin, ya todo me da igual.

Esperando el invierno, XOXO

Cisne Negro

Es increíble como podemos llegar a absorber una película, como podemos llegar a hacerla nuestra y convertirnos en personajes, convertir nuestras obsesiones en las suyas y montar paralelismos invisibles entre los dramas de la trama y nuestro propios teatro vitales. 

Ayer me convertí en el cisne negro, así, en un chas, en ese siseo que sonaba cada vez que afloraba la negra ave en la inocente y blanca Nina, ahí me iba transmutando yo en lo más oscuro de mi, lo más agresivo, dañino, caótico, autodestructivo y peligroso para mi propia mente, llegando un punto en el que desbloqueé algo en mi cabeza, algo que estaba ahí, y que quizás me impide avanzar, una realidad, creer que por entregar algo valioso a alguien, este lo cuidará, qué inocencia la mía, inocencia que ha ido siendo mermada a base hachazos hasta llegar a lo que es hoy, un bosque de cuatro árboles, que insiste en llamarse bosque. Si este texto lo hubiera escrito anoche, sería, probablemente un agujero de desesperación, tristeza y lamento tan negro como el cisne, pero nada que no arreglen seis horas de sueño.

P.D: Ayer también reflexioné sobre el hecho de que todos los blogs que visito son metáfora sobre metáfora, ¿qué fue de la gente que contaba trocitos de su vida, de si mismos por la red? Me encantaría ver historias reales, de gente real, con vidas reales, sin encriptados, con las justas florituras, quiero saber qué les ha roto por dentro como para escribir al mundo un puñado de letras que cualquiera pueda leer. Quiero algo de humanidad.

Lo que escribo mientras el arroz reposa.

Si no escribo (bien) es porque solo lo hago, o solo me sale cuando estoy ilusionado o triste, o iracundo, y si estoy aquí hoy, domingo será por algo, pero aunque no me siento completamente infeliz, tampoco sé qué siento, que pienso ante la vida hoy, no sé qué motivación buscar en esta semana vacía y, esto es algo que creo me caracteriza, necesito alguna motivación positiva para seguir día a día, seguir levantándome y andar cada uno de los pasos, más o menos dolorosos que me lleven a una fecha o momento determinado en el que sé que  estaré a gusto, sin esa idea en la mente los días son vacíos y me pesan más, pierdo el tiempo tontamente escribiendo cosas como esta que a nadie importa y que nadie leerá ya que no lo pondré en las redes sociales, y es que al menos a mi, aunque sea un café, unas cervezas o una noche de fiesta ya me motivan para sonreirle al nuevo día, vestirme con mis mejores ganas y salir a vivir.

En los domingos no vivimos, sobrevivimos.

Qué fácil.

Qué fácil es coger un conejito y ponerlo en tu mesa.
Qué fácil es coger un cuchillo recién afilado.
Qué fácil es hundirle el cuchillo en el vientre.
Qué fácil es sacarle las tripas sin piedad.
Qué fácil es ver como su vida se esparce un charco.
Y qué inquietante es que pueda hacerles lo mismo y con la misma facilidad a mis sentimientos.

Siguiendo el camino que quizás nunca debí abandonar. XOXO.

Orgullo, pan y circo.

¡Eh! Yo también quiero dar mi opinión del orgullo, aunque por ahora, no he ido nunca en mi vida, siempre he escuchado los eternos debates de si debería o no existir, yo me decanto a favor, está claro que esta festividad ha ido evolucionando con el tiempo, y ahora es más una fiesta que una reivindicación a la antigua usanza, pero aun así se sigue reivindicando, recordando que todavía queda camino por recorrer, que la gente se sigue suicidando por ser gay y no por ser hetero, que sigue habiendo acoso por tener una orientación sexual distinta. Yo creo que sirve para recordar que todo eso sigue ahí, y que no somos pocos ni mucho menos, es un día para salir de fiesta, organizado por el colectivo, de forma totalmente legal y promoviendo sentimientos de igualdad, amor y amistad.

En cuanto a lo de que "¿Y por qué no existe un día de los heteros?" ¿Que no existe? Creo que no hace falta recordar esa preciosa semana llena de incienso, derroche y soberbia patrocinada por la religión, en la que la gente también se disfraza (Como en el Orgullo), también se extremizan las conductas, véase señoras plañideras y jóvenes ultracatólicos durante esa semana y las locazas del Orgullo, también tenemos a los partidos de fútbol y las incontables ligas, copas, mundiales etc... que provocan el borreguismo español, ellos también cortan calles, montan jaleo, también se pintan y se muestran orgullosos de ser de tal equipo o de tal país, ¿Por qué no iban a poder hacerlo la gente LGTB?. La diferencia que veo a priori es que el Orgullo es un día al año, mientras que los otros ejemplos que he puesto son durante semana y pico, molestando durante ese tiempo a todo aquel que no le guste ese tipo de fanfarria y repartidos durante el año en el caso del deporte rey.

Por último me gustaría comentar que me resulta gracioso por el nivel de ironía que contiene, el hecho de que haya miembros del colectivo que rechacen esta festividad, que pueden vivir de distintas formas y en cambio apoyar ciegamente la celebración de la Semana Santa, que proviene de una institución que les repudia, les intenta quitar derechos y ni los considera personas, sois unos campeones, en masculino, porque todavía no conozco ninguna bollo cofrade.

Pero oye, que seguid pensando que el circo es mariconear un poco en el Orgullo. XOXO.

Pura banalidad

Con esto de los exámenes tengo el blog más abandonado, bueno, por eso y porque al final nunca desayuno solo, que es cuando escribo, realmente tampoco tengo nada que contar, o al menos que deba contar, porque algo interesante hay en mi vida, que me motiva a llegar a Julio, pero hasta esa fecha ni quiero, ni puede ser más que eso, una motivación porque sé que me entregaría a ello completamente, como siempre, se activaría mi modo kamikaze, obviando mi propia seguridad mental, y es que soy bastante imbécil para esas cosas.

Tampoco sé qué más decir, no creo que os interese mucho lo que escribo pero hoy desayunaba solo y no me apetecía volver tan rápido a la silla, no me apetece volver a estudiar los recovecos de la memoria humana, soy más de contar lunares y morder con ganas.

A pesar de todos mis intentos, no puedo evitar pensar en el gatito naranja, es tan adorable, deberíais verlo, le encanta que lo acaricie y siempre responde gratamente, el gatito naranja tiene unos ojos de color infinito, en los que me pierdo, en los que os perderíais si pudierais porque no creo que os deje, porque el gatito naranja está conmigo y quiero que quiera seguir queriéndolo.

Luchando contra el enchoche, Acojonadito en exámenes.