domingo, 13 de enero de 2013

The beautiful people

Domingo 13 de enero, 2013

La 1 de la mañana, empieza la noche para mi, hoy en realidad no toca salir, debería ser más consciente, pero la oportunidad es única. Personalmente odio llegar el último y solo, entras y todo el mundo te observa, no sabes dónde mirar, no sabes si empezar a saludar uno por uno, pararte a hablar, no hacerlo...

De cualquier manera la noche trascurre de forma tranquila y alegre, gente que hacía mucho que no veía,  que me hace sentir bien, gente que no conozco y resultan ser alegres y vivarachos. Miradas, risas, charlas, tonteo por doquier, finalmente llega la hora de irse a la pista de baile y como siempre, afloró mi gran e inútil superpoder, defecto o virtud, que no es otro que fijarme en que nadie se quede solo, hasta el momento en el que me di cuenta de que el que estaba solo era yo, me quedé sin hueco en ninguno de los taxis, el sitio no estaba demasiado lejos y realmente tampoco me importaba pero la sensación fue de total abandono. Por dentro volví a ver a ese adolescente repudiado por todos, por algo que ni entendía, esos oscuros años salieron a las superficie arrasando todo a su paso, fue la gota que colmó el vaso y el entorno, lluvioso, junto con un par de canciones de Florence and The Machine y un par de puñetazos a una pared fueron lo necesario para desatar algo que llevaba dentro de mi cerca de dos años pujando por salir, las lágrimas fueron abundantes, calientes y saladas, resbalaban por mi cara, fundiéndose con las gotas provenientes de la lluvia y resbalando juntas dentro de mi abrigo. Una experiencia totalmente liberadora. Y aunque pretendía irme a casa para lamentarme y regodearme en mi desgracia, mi móvil recibió un mensaje: "Dónde estás?" y sólo con eso, se cortó el llanto, evidentemente no era un mensaje de una persona cualquiera, era suyo, se había acordado de mi y me convenció de que fuera, que él me estaría esperando. Tardé poco en llegar, yo solo quería estar con él, que aun sin ser nada mio, deseo que lo sea, aunque claro, eso queda en su mano. Gracias M por hacer que el resto de la noche fueran las horas más brillantes del día.

Domingo, 5 de mayo, 2013
Acojonadito del pasado, eres totalmente imbécil, no vuelvas a enamorarte.

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