jueves, 28 de marzo de 2013

No te quiero, verano.

Hoy al despertar pensé en el verano, en que el aire huele diferente cuando llega dicha estación, pensé en lo que me gusta que huele a sal y a mar en el aire, el estar en el norte, paseando junto al mar y que la brisa remueva todo mi pelo para después tocarlo y ver que se ha quedado despeinado y un poco rígido por la salitre. Pensé en lo que me gusta ver el atlántico desde cualquier sitio que haga parecer que estoy en el borde del mundo, que el viento sea más fuerte que las palabras, más fuerte que los pensamientos y a continuación pensé que nuevamente, este verano será totalmente distinto a aquellos veranos, nuevamente será un verano distinto a cualquiera que haya vivido, mi ciclo se ha roto, o mejor dicho, lo han roto y ahora mismo me siento bastante desubicado y perdido y es que cuando llega Junio, ya no hay vuelta atrás, el verano ha comenzado y se que no podré disfrutarlo. No podré porque estaré solo, nadie se queda en Sevilla, todo el mundo o vuelve a sus pueblos, o tienen la suerte de poder disfrutar de vacaciones, asi que me veo lamentándome a mi mismo una vez más, o puede que en tres meses todo cambie, aunque pensando en mi suerte, no lo creo. También puede ser que este arranque de pesimismo sea una paja mal hecha, pero casi mejor no pensarlo.